Gina Haspel, candidata a directora de la CIA, ha prometido durante su comparecencia ante el Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia, que la Agencia no volverá a recurrir a técnicas de tortura.

También ha asegurado que centrará sus esfuerzos en proteger a EE.UU. de sus peligros inminentes, entre los que ha mencionado a la República Popular Democrática de Corea, Irán, China y Rusia.

Resulta oportuno señalar que Haspel es una experta en espionaje y misiones encubiertas, con un trayectoria de más de tres décadas en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y señalamientos que la vinculan con operaciones de tortura.

Recordemos que después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos abrió varios centros de detenciones clandestinos en distintos países conocidos como «sitios negros».

Uno de ellos estaba en Tailandia, donde Haspel se encargó de la supervisión de interrogatorios en los que fueron aplicadas varias técnicas de tortura, según investigaciones periodísticas basadas en cables desclasificados de la CIA.

Así es Gina Haspel, la funcionaria que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, eligió para ocupar la dirección de la CIA y que este miércoles tuvo la primera comparecencia ante el Senado, que debe confirmar el nombramiento.