
El Frente Polisario y el Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) consideran que el respaldo del Gobierno de Pedro Sánchez a la propuesta de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental es una cesión ante el chantaje marroquí, «una desviación peligrosa, que viola la legalidad internacional», que «pretende legitimar la represión, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el saqueo de riquezas que persigue Marruecos contra el pueblo saharaui».
En el siguiente comunicado, de seis puntos, el Polisario y el Gobierno saharaui muestran su «enorme asombro» por la decisión del Gobierno de España, potencia administradora de un territorio pendiente de descolonizar y primer responsable del sufrimiento del pueblo saharaui:
1. La posición expresada por el Gobierno español está absolutamente en contradicción con la legalidad internacional.
Las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea, la Corte Internacional de Justicia, la Corte Europea de Justicia y todas las organizaciones regionales y continentales, todas, no reconocen soberanía alguna de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
También, España, junto con Francia, trazaron las fronteras entre el Sáhara Occidental y sus tres vecinos, Marruecos, Argelia y Mauritania, tiene más responsabilidades jurídicas y políticas que otros en la defensa de las fronteras reconocidas internacionalmente para impedir la expansión marroquí, así como su responsabilidad hacia el pueblo saharaui y las Naciones Unidas. Esta responsabilidad persiste mientras el pueblo saharaui no haya podido ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia.
La posición emitida en ambas declaraciones carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo, ya que constituye una desviación peligrosa, que viole la legalidad internacional, apoya la ocupación, alienta la agresión y la política de los hechos consumados, así como la huida hacia adelante y pretende legitimar la represión, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el saqueo de riquezas que persigue Marruecos contra el pueblo saharaui.
Esto se produce en un contexto caracterizado por la gravedad que atraviesa el conflicto del Sáhara Occidental tras la reanudación de la guerra en noviembre de 2020, y el estado de tensión en la zona por la continuación del Reino de Marruecos de sus políticas expansionistas y planes para azotar la seguridad y estabilidad de la región.
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